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Esencias De Mi

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Mis Poesías

Mientras haya en el mundo primavera, ¡habrá poesía!
Gustavo Adolfo Bécquer





MIS POEMAS:



08/08/08
Cuando abra los ojos

Dónde estén tus ojos verdes










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È Soltanto un'emozione...

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Le cose che non dici~

Dice la esperanza: un día 
la verás, si bien esperas. 
Dice la desesperanza: 
sólo tu amargura es ella. 
Late, corazón... No todo 
se lo ha tragado la tierra... 
  Una noche de verano 
—estaba abierto el balcón 
y la puerta de mi casa— 
la muerte en mi casa entró. 
Se fue acercando a su lecho 
—ni siquiera me miró—, 
con unos dedos muy finos, 
algo muy tenue rompió. 
Silenciosa y sin mirarme, 
la muerte otra vez pasó 
delante de mí. ¿Qué has hecho? 
La muerte no respondió. 
Mi niña quedó tranquila, 
dolido mi corazón, 
¡Ay, lo que la muerte ha roto 
era un hilo entre los dos!



Ayer te besé en los labios.
Te besé en los labios. Densos,
rojos. Fue un beso tan corto
que duró más que un relámpago,
que un milagro, más.
El tiempo
después de dártelo
no lo quise para nada
ya, para nada
lo había querido antes.
Se empezó, se acabó en él.

Hoy estoy besando un beso;
estoy solo con mis labios.
Los pongo
no en tu boca, no, ya no
-¿adónde se me ha escapado?-.
Los pongo
en el beso que te di
ayer, en las bocas juntas
del beso que se besaron.
Y dura este beso más
que el silencio, que la luz.
Porque ya no es una carne
ni una boca lo que beso,
que se escapa, que me huye.
No.
Te estoy besando más lejos.


La princesa está triste...¿Qué tendrá la princesa? Los suspiros se escapan de su boca de fresa, que ha perdido la risa, que ha perdido el color. La princesa está pálida en su silla de oro, está mudo el teclado de su clave sonoro, y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor. El jardín puebla el triunfo de los pavos reales. Parlanchina, la dueña dice cosas banales, y vestido de rojo piruetea el bufón. La princesa no ríe, la princesa no siente; la princesa persigue por el cielo de Oriente la libélula vaga de una vaga ilusión. ¿Piensa, acaso, en el príncipe de Golconda o de China, o en el que ha detenido su carroza argentina para ver de sus ojos la dulzura de luz? ¿O en el rey de las islas de las rosas fragantes, o en el que es soberano de los claros diamantes, o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz? ¡Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa quiere ser golondrina, quiere ser mariposa, tener alas ligeras, bajo el cielo volar; ir al sol por la escala luminosa de un rayo, saludar a los lirios con los versos de mayo o perderse en el viento sobre el trueno del mar. Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata, ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata, ni los cisnes unánimes en el lago de azur. Y están tristes las flores por la flor de la corte, los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte, de Occidente las dalias y las rosas del Sur. ¡Pobrecita princesa de los ojos azules! Está presa en sus oros, está presa en sus tules, en la jaula de mármol del palacio real; el palacio soberbio que vigilan los guardias, que custodian cien negros con sus cien alabardas, un lebrel que no duerme y un dragón colosal. ¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó la crisálida! (La princesa está triste, la princesa está pálida) ¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil! ¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe, -la princesa está pálida, la princesa está triste-, más brillante que el alba, más hermoso que abril! -«Calla, calla, princesa -dice el hada madrina-; en caballo, con alas, hacia acá se encamina, en el cinto la espada y en la mano el azor, el feliz caballero que te adora sin verte, y que llega de lejos, vencedor de la Muerte, a encenderte los labios con un beso de amor».
—Yo soy ardiente, yo soy morena, 
yo soy el símbolo de la pasión, 
de ansia de goces mi alma está llena. 
¿A mí me buscas? 
                          —No es a ti, no.

—Mi frente es pálida, mis trenzas de oro: 
puedo brindarte dichas sin fin, 
yo de ternuras guardo un tesoro. 
¿A mí me llamas? 
                          —No, no es a ti.

—Yo soy un sueño, un imposible, 
vano fantasma de niebla y luz; 
soy incorpórea, soy intangible: 
no puedo amarte. 
                         —¡Oh ven, ven tú!


No digáis que, agotado su tesoro, 
de asuntos falta, enmudeció la lira; 
podrá no haber poetas; pero siempre 
habrá poesía. 

Mientras las ondas de la luz al beso 
palpiten encendidas, 
mientras el sol las desgarradas nubes 
de fuego y oro vista, 
mientras el aire en su regazo lleve 
perfumes y armonías, 
mientras haya en el mundo primavera, 
¡habrá poesía! 

Mientras la ciencia a descubrir no alcance 
las fuentes de la vida, 
y en el mar o en el cielo haya un abismo 
que al cálculo resista, 
mientras la humanidad siempre avanzando 
no sepa a dó camina, 
mientras haya un misterio para el hombre, 
¡habrá poesía! 

Mientras se sienta que se ríe el alma, 
sin que los labios rían; 
mientras se llore, sin que el llanto acuda 
a nublar la pupila; 
mientras el corazón y la cabeza 
batallando prosigan, 
mientras haya esperanzas y recuerdos, 
¡habrá poesía! 

Mientras haya unos ojos que reflejen 
los ojos que los miran, 
mientras responda el labio suspirando 
al labio que suspira, 
mientras sentirse puedan en un beso 
dos almas confundidas, 
mientras exista una mujer hermosa, 
¡habrá poesía!


Juegas todos los días con la luz del universo. Sutil visitadora, llegas en la flor y en el agua. Eres más que esta blanca cabecita que aprieto como un racimo entre mis manos cada día. A nadie te pareces desde que yo te amo. Déjame tenderte entre guirnaldas amarillas. Quién escribe tu nombre con letras de humo entre las estrellas del sur? Ah déjame recordarte cómo eras entonces, cuando aún no existías. Mis palabras llovieron sobre ti acariciándote. Amé desde hace tiempo tu cuerpo de nácar soleado. Hasta te creo dueña del universo. Te traeré de las montañas flores alegres, copihues, avellanas oscuras, y cestas silvestres de besos. Quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos.
¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
En mi pupila tu pupila azul.

¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía eres tú.



Asomaba a sus ojos una lágrima,
y a mi labio una frase de perdón;
habló el orgullo y se enjugó su llanto,
y la frase en mis labios expiró.
Yo voy por un camino, ella por otro;
pero al pensar en nuestro mutuo amor,
yo digo aún: ¿por qué callé aquél día?
Y ella dirá: ¿por qué no lloré yo?



Volverán las oscuras golondrinas 
en tu balcón sus nidos a colgar, 
y otra vez con el ala a sus cristales, 
jugando llamarán;

pero aquellas que el vuelo refrenaban 
tu hermosura y mi dicha al contemplar; 
aquellas que aprendieron nuestros nombres, 
esas... ¡no volverán!

Volverán las tupidas madreselvas 
de tu jardín las tapias a escalar, 
y otra vez a la tarde, aun mas hermosas, 
sus flores abrirán;

pero aquellas cuajadas de rocío, 
cuyas gotas mirábamos temblar 
y caer, como lágrimas del día... 
esas... ¡no volverán!


Volverán del amor en tus oídos 
las palabras ardientes a sonar; 
tu corazón, de su profundo sueño 
tal vez despertará;

pero mudo y absorto y de rodillas 
como se adora a Dios ante su altar, 
como yo te he querido... desengáñate, 
¡así no te querrán! 



Sobre la falda tenía
el libro abierto;
en mi mejilla tocaban
sus rizos negros.
No veíamos las letras
ninguno creo;
mas guardábamos ambos
hondo silencio.
¿Cuánto duró? Ni aun entonces
pude saberlo.
Sólo sé que no se oía
más que el aliento,
que apresurado escapaba
del labio seco.
Sólo sé que nos volvimos
los dos a un tiempo,
y nuestros ojos se hallaron
y sonó un beso.

Creación de Dante era el libro,
era su Infierno.
Cuando a él bajamos los ojos,
yo dije trémulo:
—¿Comprendes ya que un poema
cabe en un verso?
Y ella respondió encendida:
—¡Ya lo comprendo!



 Soñé que tú me llevabas 
por una blanca vereda, 
en medio del campo verde, 
hacia el azul de las sierras, 
hacia los montes azules, 
una mañana serena.

  Sentí tu mano en la mía, 
tu mano de compañera, 
tu voz de niña en mi oído 
como una campana nueva, 
como una campana virgen 
de un alba de primavera.

¡Eran tu voz y tu mano, 
en sueños, tan verdaderas!...

Vive, esperanza, ¡quién sabe 
lo que se traga la tierra!.



Enlázame~

~ La Biblioteca...

  • leyendo
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  • preferidos

~Colecciono esencias

  • Mis Poesías
  • Crónicas de mis viajes
  • Mis Libros favoritos

Instantes suicidas~

~Sensazioni in marmo


"No, no pido perdón,
¿para qué? si me va a perdonar
porque ya no le importa...
siempre tuvo la frente muy alta,
la lengua muy larga
y la falda muy corta"

Se cae mi teoría convertida 
en un montón de palabras, 
que vuelven solas a casa...

me temo que mi sensatez 
subestima mi manía de 
querer volverte a ver...

pero él no te ve como yo,
suplicarle a mi boca, 
que diga que me ha 
confesado entre copas...

él no te ha visto temblar
esperando una palabra, 
algún gesto, un abrazo...

con los ojitos abiertos
de par en par, escucharle,
nombrarle...

ya ves si soy idiota, 
que ahora te tendré que 
volver a olvidar...

vendo el inventario de 
recuerdos de la historia 
más bonita de una vida 
junto a ti...

yo quiero regalarte una 
poesía, tu piensas que 
estoy dando las noticias...

ella, se desliza y me atropella
y aunque a veces no me importe,
sé que el día en que la pierda
volveré a sufrir...

la margarita dijo no...

y la encontraré de nuevo, 
pero con otro rostro
y otro nombre diferente,
y otro cuerpo...

se le apagó la luz, tembló
le cerraron las cortinas
y escuchó pasar la vida
y el suave latir 
de un corazón...


mi delito es 
la torpeza de ignorar 
que hay quién
no tiene corazón... 

pasaron los años 
y ella se marchitó
deshojando fantasías...

si vas a irte vete,
ni siquiera saludes,
sal de noche,
sal a oscuras,
sal descalza y de puntillas
niña vete, 
vete y cierra la puerta
que no quiero verte
salir de mi vida...

las noches mágicas, 
¿te acuerdas?

y el portazo sonó como un signo
de interrogación...

que suerte ser la mitad
del cuento de un atardecer...

pero en su eterna oscuridad,
a veces se le oye, a voces:
¿qué no daría yo
por contemplarte?
aunque fuera 
un sólo instante...

dime si mañana volverás, 
como lo has hecho 
cada tarde, para contarme 
cómo muere el día...

era bella, ¿no es verdad?
más que la luna, 
dije yo
y él sonrió

nunca más se hará reproches
por intentar amanecer...

llegué llorando por ella,
un sueño anclado en la luna,
no pude ver orilla ninguna
y normal
que naufragase a su vera
entre la espuma 
que acaricia y atropella
con un verso del poema
que escribí...

si bajas luna, escúchame
escucha tú esta vez,
para volver la condición
es que aprendamos a crecer
sin que caduque la pasión...

los romeos se demoran
y las julietas 
se desenamoran...



"Lo saben todos que en caso de peligro
se salva sólo quién sabe volar bien
y si excluyes aviadores, halcones, nubes
alas, ángeles...quedas tú"

Transeúntes~

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"C'est un voyage fabuleux
Seuls dans la nuit des temps au firmament
Prenons à deux ces mille et une nuits
Ce rêve bleu
C'est partager nos deux printemps
Sur un tapis volant comme deux enfants
Innocents qui découvrent l'amour"

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